¿Qué quiero de mis alumn@s?
Quiero empezar este viaje por las palabras y la educación, dedicando mi primer post a mis querid@s alumn@s.
¿Qué quiero de vosotros y vosotras?
Un mes ha pasado ya desde el primer contacto, con vosotros, mis nuevos alumnos, muy agradable por cierto, y todavía no hemos hablado de lo que vamos a estudiar. Nada de sintaxis u ortografía, nada de literatura ni figuras literarias; no hay adjetivos, ni verbos y adverbios, ni tan siquiera cómo se hace un resumen. ¿Qué hemos hecho entonces?
En la docencia, en general, la urgencia de la programación condiciona nuestro comportamiento: dar todas las unidades del libro, el gran reto, y nos ponemos rápido a ello. Una vez iniciado este proceso, tras varios roces o llamativas correcciones con bolígrafo rojo, los alumnos van aprendiendo que es lo que queremos de ellos.
“El profe de historia quiere que escuchemos atentamente cada día sin interrumpir”
“La seño de mate nos da un positivo si salimos a la pizarra a hacer los ejercicios que nos ha mandado”
“Al profe de física le encanta que preguntemos”
“Fernando me baja 0,25 por cada fallo ortográfico”
¿No sería mejor dedicarle un tiempo a hablar con los chavales y decirles qué es concretamente lo que queremos de ellos?
Y no hablamos exactamente de procedimientos (entregar en formato pdf o compartir por drive, levantar la mano para preguntar, sentarse y callarse…), ni siquiera de la importantísima evaluación (y sus mágicos porcentajes, que lo sepan los padres también), ni mucho menos de capacidades (¡¡por Dios!!), no, no, me refiero a qué esperamos de ellos, como estudiantes, primero, como niños después y como personas por fin. Hablo de valorar a aquel que mira al compañero de al lado, ve lo que hace y le interrumpir para decirle que algo se puede hacer de otro modo, hablo aquel que habiendo buscado un paraíso web de imágenes gratuitas, es capaz de darse cuenta, y mandarlo a un foro para que todos puedan usarlas en sus trabajos, y hablo de agradecer al que lo hizo, aunque sea con un favorito o me gusta. Valores y actitudes 3.0.
Un mes, pues, de diálogos, preguntándoles qué esperan y qué quieren aprender, qué les apetece y cómo lo quieren. Pidiéndoles respeto para sus compañeros y para sí mismos. Qué quiero de ellos y qué pueden darme. Creo que merece la pena.
Comienzo, en definitiva, mi serie de posts sobre educación dando cierre a este ciclo con una #infografía para mis alumnos (por si no les había quedado claro). Es mi camino hacia la excelencia, o, al menos lo que conozco hoy de ésta. Es el itinerario emocional y actitudinal que solicito a mis alumnos en pos de la excelencia. Y lo comparto con vosotros. Espero que os guste.